La Catedral de Santiago debe su nombre a que en ella se encuentra la cátedra o silla del Arzobispo. Este tempo es por tanto su casa, y como tal se preparó especialmente para celebrar su primera Misa desde que fue creado Cardenal por el Papa Francisco en el último consistorio.
Visiblemente feliz, motivado y emocionado, el flamente cardenal fue enfático al señalar que " Nadie nos va a robar la alegría y la esperanza", a lo cual agregó que " La vida es para entregarla, no hay tiempo para el egoismo y la superficialidad".
Señaló además la importancia de que se nos note el ser creyentes, resaltando que " hacer es servir a los más necesitados", un impulso del Señor que nos conduce a las obras de misericordia.
Asimismo el Cardenal asumió frente a toda la comunidad tres compromisos que guiarán su gestiión en los próximos diez años:
1- Ampliar la mirada para abordar con mayor profundidad la violencia, las inequidades sociales, entre otras situaciones complejas.
2- Rezar por Chile y sus autoridades.
3- Estar con los pies desnudos para que le duela la pobreza y nunca ser indiferente ante el hermano que sufre.
Bienvenido a su casa Cardenal, esta comunidad reza por Ud.