n 1541, Pedro de Valdivia designó el solar para la construcción del primer templo: una capilla adusta y de adobe, que fue destruida por un levantamiento indígena en septiembre del mismo año. Discuten los expertos sobre si nuestro actual templo es el tercero, el quinto o el séptimo emplazado en este lugar. En efecto, la acción del hombre, el fuego, los terremotos e incluso los desbordes del río Mapocho destruyeron o afectaron tan seriamente las construcciones posteriores que no nos permite tener una certeza absoluta.

En el año 1561 el Papa Pío IV erige el Obispado de Santiago y se consagra el templo como Catedral.

El Obispo González Melgarejo considera que Santiago necesita un edificio más grande y espacioso, con un emplazamiento diferente. Los templos anteriores presentaron una orientación norte sur, con entrada por la actual calle Catedral. La nueva construcción tendría, en cambio, un sentido de este a oeste, con su fachada mirando a la Plaza de Armas. En el año 1745 González Melgarejo encarga la construcción de la actual Catedral a Matías Vásquez de Acuña.

Las obras comenzaron por la calle Bandera y avanzaban hasta encontrarse con el antiguo templo emplazado de norte a sur que seguía cumpliendo sus funciones durante la ejecución. Desafortunadamente, este último sufrió un incendio de gran magnitud que obligó a acelerar la construcción de la nueva Catedral.  En 1780, tras la muerte de Vásquez de Acuña, continuó el arquitecto italiano Joaquín Toesca, quien proyectó, además, la Parroquia El Sagrario, ubicada en el lateral izquierdo de la Catedral y el Palacio Arzobispal.

A fines del siglo XIX y ad portas del primer centenario, el arzobispo Mariano Casanova busca darle a la catedral, la impronta de sus semejantes europeas y encarga la tarea al arquitecto italiano, Ignacio Cremonesi. De esa época datan las dos torres que albergan las campanas. Las ventanas se amplían y acogen coloridos vitrales para iluminar y engalanar el interior. Se construyó una bóveda de cañón en la nave central. Las paredes y columnas se recubrirán con estuco y florecerán variadas molduras, decoraciones y pinturas.

Casi un siglo después, el interior del templo será objeto de una nueva remodelación, esta vez, en el presbiterio y la antigua cripta arzobispal.

El terremoto de febrero de 2010 obligó a reforzar algunas de las estructuras para asegurar el edificio. Comienzan, además, las obras de recuperación de la fachada, se mejora la iluminación tanto interior como exterior y se construye una nueva una escalera para facilitar el acceso a las torres y sus miradores.

Te invitamos a conocer los espacios más importantes de la Catedral de Santiago.