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Triduo Pascual en la Catedral de Santiago

Jueves 28 de Marzo, 2024
Conoce los horarios de todas las celebraciones

«¡Oh feliz culpa, que mereció tal y tan grande Redentor!», escuchamos en el pregón pascual durante la noche santa del sábado, mientras poco a poco las tinieblas se van disipando anunciando que Jesús en la Cruz vence a la muerte.

Misterio de amor, que comenzamos a contemplar a partir de este 28 de marzo, Jueves Santo. Día que marca el inicio del Sagrado Triduo Pascual, con la celebración de la Misa Crismal.

En nuestra Catedral Metropolitana se reúnen esta mañana todos los sacerdotes de la Arquidiócesis, para manifestar la comunión existente entre el Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali, y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo, renovando las promesas que hicieron el día de su ordenación.

Tras esto, se procede al rito de bendición de los óleos que serán usados durante el año en cada parroquia. Hablamos del óleo de los catecúmenos, el de los enfermos y el Santo Crisma.

Así, comienzan estos tres días, que en la liturgia han de entenderse como uno solo, conmemorando el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Acompáñanos en este camino, y juntos volvamos nuestros corazones hacia el Divino Corazón de nuestro Señor, que en Viernes Santo es atravesado por la lanza, volviéndose un manantial inagotable del que brota la misericordia de Dios.

Horarios Triduo Pascual:

Jueves Santo, 28 marzo
11:00 hrs. - Misa Crismal
19:00 hrs. – Misa vespertina en la Cena del Señor

Viernes Santo, 29 marzo
11:00 hrs. – Concierto de La Pasión según Johann Sebastian Bach
12:30 a 13:30 hrs. - Meditación de Viernes Santo
15:00 hrs. – Liturgia de la Pasión (Adoración de la Santa Cruz)
18:00 hrs. – Rezo del Via Crucis

Sábado Santo, 30 de marzo
10:00 hrs. – Meditación/Retiro
21:00 hrs. - Vigilia Pascual
(Habrá confesores disponibles durante todo el día)

Domingo de Pascua, 31 de marzo
12:00 hrs. – Santa Misa de Domingo de Resurrección

 

«El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gál 2,20)