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Proyecto restauración Arte Jesuita en la Catedral

Miércoles 29 de Mayo, 2024
Culminación de un trabajo minucioso y colaborativo

Durante el año 2023, la Catedral de Santiago junto a la Universidad Adolfo Ibáñez, la Pontificia Universidad Católica de Chile, ArTfacto y el Centro Nacional de Conservación y Restauración, comenzaron coordinadamente los trabajos para la conservación, investigación y difusión del arte chileno-germano del siglo XVIII que forma parte del patrimonio artístico de nuestro Templo.

“El sumar energías de distintas instituciones, de distintas personas, hace que las cosas fluyan mejor y que se logren los objetivos que se han obtenido”, indica al respecto Fernando Guzmán, del Centro de Estudios del Patrimonio UAI, quien valora profundamente esta clase de iniciativas. “No se trata solo de una cosa exquisita que nos interesa a los especialistas en estos temas, sino que es algo que enriquece a toda la comunidad”.

Para llevar adelante este proceso de restauración, en lo que respecta a su financiamiento, fue fundamental el compromiso de la Embajada de la República Federal Alemana.

“Para nosotros este es un proyecto de corazón, que significa de verdad que la inmigración alemana, junto a la dedicación y sabiduría de los chilenos en este lugar, lograron grandes cosas. Obras culturales únicas en el mundo y que perduren en el tiempo”, expresó Irmgard Maria Fellner, Embajadora de Alemania en Chile.

Ella, el pasado 23 de mayo, durante la presentación de la culminación de esta restauración, en su discurso ante personas del mundo académico, patrimonial y eclesial, destacó lo valioso del diálogo y cooperación mutua.

“El intercambio y la cooperación entre personas y culturas nos lleva a un entendimiento mutuo y a compartir valores en común. Estoy convencida de que estas obras, que son productos de la inmigración histórica, seguirán atrayendo e inspirando a visitantes, creyentes y peregrinos de todo el mundo durante muchos años”.

En concreto, este proyecto implicó cuatro aristas de trabajo:

  1. Restauración de la escultura de San Joaquín, obra de Johannes Bitterich.
  2. Restauración del retablo que perteneciera a la iglesia de San Miguel.
  3. Diagnóstico y propuesta de conservación del reloj de pie de la sacristía, atribuido a Peter Ruetz y Jacob Rottmaier.
  4. Diagnóstico y propuesta de restauración del órgano del coro, atribuido a Georg Kranzer.

Para el Padre Héctor Gallardo, Deán de la Catedral, todo esto implica una gran alegría y agradece la cooperación, en este caso, del gobierno alemán que permitió “poder recuperar unas obras que hicieron hermanos nuestros hace mucho tiempo. Personas que creían en Dios como nosotros creemos y que pusieron todas sus capacidades para hacer algo hermoso en honor al Señor”.

Y agrega, “no solamente algo hermoso en honor al Señor, sino que cosas hermosas para que las pudiera disfrutar el pueblo de Dios. Lo que nosotros hemos hecho es recuperar esa hermosura para que nuevamente alabe al Señor y el pueblo de Dios pueda gloriarse” y unirse a esa alabanza.

Un trabajo minucioso que requirió de muchos profesionales, entre ellos el equipo de ArTfacto, a cargo de la restauración del retablo de madera que hoy se halla en la sacristía de la Catedral.

Su directora, Yazmin Rozas, cataloga esta experiencia como un hito en su carrera que implicó mucho aprendizaje. “El proceso comenzó básicamente con un diagnóstico base”, que permitió “ampliar a una visión mucho más precisa sobre los procesos y las tecnologías de construcción del propio retablo. Lo que de alguna manera modificó los cronogramas de trabajo y los procesos, finalmente la intervención se fue ajustando a ese diagnóstico”.

Complejidad de la que es consciente Ángela Benavente Covarrubias, Directora(s) Centro Nacional de Conservación y Restauración, quien además destaca que “el retablo nos habla de que nuestro patrimonio chileno ha sido construido con aportes de múltiples personas, de múltiples naciones y va a seguir siendo construido de la misma forma”.

En este contexto, Carmen Pizarro, conservadora de la Catedral de Santiago y responsable de restaurar la imagen de San Joaquín confeccionada por los jesuitas bávaros alrededor del año 1720, hace un llamado a la ciudadanía a “que vengan a conocer la Catedral, que vengan a encontrar mucha paz y además un gran patrimonio, que tiene mucha historia, que es importante conocerla para valorarla y apreciarla”.

Te invitamos a profundizar en el arte e industria de los jesuitas alemanes en Chile durante el siglo XVIII y como se gestó este proyecto de restauración, haciendo clic AQUÍ.
 

Y a continuación revive lo que fue el día de la inauguración con el siguiente video:

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