Durante junio la Catedral de Santiago se ve marcada por el recuerdo de don Diego Portales Palazuelos cuyos restos mortales descansan en nuestro templo. Ante su cripta se realiza tradicionalmente un responso en sufragio de su alma, del que suelen participar representantes de la Cámara Nacional de Comercio y del Centro de Estudios Históricos Lircay.
De este último, conversamos con su presidente, Mauricio Jorquera Marambio, quien se refirió a Diego Portales como “un hombre de letras, un comerciante, un político, un Ministro de Estado”, cuya importancia para el país radica en que es “el forjador de la República de Chile”.
Él “fue el ideólogo de los Principios y Fundamentos básicos de la Constitución Política de 1833, durante el Gobierno del General José Joaquín Prieto, en la cual se institucionalizó el Estado en Forma y Derecho”, precisa.
Mauricio nos cuenta que el cuerpo de Diego Portales “fue enterrado en la Catedral, a fines del Siglo XIX o a comienzo del Siglo XX, definitivamente después de haber estado en otras iglesias, en Valparaíso y en Santiago”, fue así como en el 2005 mientras se hacían trabajos de remodelación, su ataúd, para sorpresa de muchos, fue encontrado subterráneamente en un lugar donde no debía estar.
Hoy, su cuerpo descansa en la cripta ubicada detrás del altar mayor de la Catedral, punto hasta el cual se dirigen cada año para participar de un responso.
“Lo hacemos institucionalmente para recordar, resaltar y agradecer a don Diego Portales, sus ideas, propuestas y decisiones que hicieron de Chile una república constituida y respetada en el mundo”, manifiesta Mauricio Jorquera.
Esta tradición “surge por Iniciativa del Fundador del Centro de Estudios Históricos Lircay, Sr. Jacinto Pavez Rivera” y desde la década del 2000, “se viene haciendo prácticamente todos los años”.
“Don Diego, fue un hombre muy cristiano, católico apostólico romano”, añade. Incluso “en un período de su vida, tuvo interés en ingresar a la vida eclesiástica”.
“Sin él, Chile se habría tardado mucho más en conformarse en una nación republicana, libre y soberana”, reflexiona en cuanto a la motivación que los congrega cada año en nuestra Catedral Metropolitana, templo que es testigo y custodio de la historia de Chile y, que acoge estas instancias que permiten “mantener en alto el gran legado de don Diego Portales, y hacerlo manifiesto a las nuevas generaciones de chilenos”, concluye Mauricio Jorquera, presidente del Centro de Estudios Históricos Lircay.