Este órgano de gran tamaño fue construido en Santiago por jesuitas alemanes, hacia el año 1754. Posiblemente, fue el sacerdote jesuita Georg Kranzer quien fabricó el instrumento originalmente para la Iglesia de la Compañía, si bien se sabe que el órgano llegó a la Catedral a fines del siglo XVIII.
El mueble está fabricado en madera policromada, con técnica de marmoleado. Posee aplicaciones de molduras y coronaciones talladas y doradas, con motivos vegetales de estilo barroco bávaro. Hoy se encuentra posicionado fuera de la Sacristía, pero comparte históricamente un origen común con muchos de los objetos jesuitas allí presentes.