El Reloj de Pie es un importante elemento presente en la Sacristía, utilizado originalmente para señalar las horas de las celebraciones. La máquina indica las horas, minutos y segundos, pero poseía en su sistema original la particularidad de señalar además los días, semanas, meses y estaciones, así como también los movimientos de la luna y planetas del sistema solar.
El mueble de este reloj está fabricado en madera de caoba y tiene aproximadamente 210 centímetros de altura. Posee ornamentos de formas simples y un remate dorado en su extremo superior.
Tiene grabado en su parte frontal el lugar y año de fabricación: Santiago de Chile, 1757. Proviene de la Iglesia de la Compañía, y su fabricación se atribuye a los hermanos jesuitas Pedro Roetz (relojero) y Jacobo Rottmayer (herrero).
La tradición cuenta que originalmente se construyó un reloj gemelo a este ejemplar. Sin embargo, éste habría sido regalado en su minuto a María Ana de Austria, Reina de Portugal y prima del sacerdote jesuita Carlos Haymhausen, mujer que ayudó al sacerdote en su proyecto de desarrollar los oficios artísticos en Chile, mediando en el traslado de los materiales y artistas.