Retablo fabricado en el siglo XVIII en madera policromada, en técnica de marmoleado y dorado. Posee una gran hornacina central y cuatro columnas de orden compuesto, con fustes rodeados en espiral por figuras vegetales en sobre relieve, talladas y doradas. El banco del retablo, enla sección inferior, está también compuesto de sobre relieves, en forma de rocallas.
Este altar perteneció originalmente a la Iglesia de San Miguel, y fue trasladado en el año 1775 junto con un grupo de objetos jesuitas para decorar la nueva construcción de la Catedral, formando parte de los altares del templo.
Su construcción está atribuida a los hermanos jesuitas bávaros carpinteros y ebanistas activos en esa época: Francisco Greuber, Juan Hogen, José Mezner y Jorge Karl.
