Se conoce como Sagrario o tabernáculo al pequeño mueble o arca destinado a guardar las hostias consagradas: el Cuerpo de Cristo.
Fabricado en el siglo XVII en lámina de metal plateado repujado y calado, se compone de una base octogonal de aproximadamente 80 centímetros de largo por 50 de ancho. De gran complejidad y detalle en su manufactura, presenta figuras de querubines y caballos alados en sus vértices.
Si bien antecedentes en libros antiguos de inventario lo mencionan a partir el año 1806, se sabe que procede de la antigua Catedral, lo cual lo demuestra que su fabricación es anterior a 1748. En los libros, se señala que este Sagrario se utilizaba en la preparación del Monumentum para la reserva del Santísimo Sacramento el día Jueves Santo. Puesto que el Viernes Santo no se celebra misa y no existe consagración, este monumento refiere al altar preparado para recibir al sagrario, donde se guardarán durante aquel día las hostias consagradas.