Desde sus comienzos la Catedral fue un lugar de descanso eterno para muchas almas: héroes de la Independencia, gobernadores, obispos, arzobispos y personas destacadas de la historia chilena.
En la nave sur está el monumento sepulcral de Monseñor Rafael Valentín Valdivieso y la escultura funeraria de Monseñor José Alejo Eyzaguirre. También se encuentran los restos del Coronel José Santiago Bueras Avaria, héroe de la Batalla de Maipú que encabezó una de las cargas más importantes de caballería y murió defendiendo a la Patria.
Detrás del altar Mayor se encuentra la cripta Cívica donde descansan Diego Portales y José Tomás Ovalle.
En la nave norte, conmueve el homenaje a los héroes de la Concepción, cuya urna de mármol contiene los corazones de cuatro oficiales. Más adelante encontramos la placa recordatoria y las tumbas de los hermanos Carrera: el General José Miguel Carrera Verdugo, El Brigadier Juan José Carrera Verdugo, el Coronel Luis Florentino Carrera Verdugo y Doña Francisca Javiera Carrera Verdugo. Próximo a la puerta de calle Banderas, a mano derecha, destaca el monumento funerario de Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas.
La cripta arzobispal actual fue iniciativa del Dean Damián Acuña Jarpa, en reemplazo de la anterior construida por monseñor Mariano Casanova que sólo contaba de 18 nichos y 4 osarios. La nueva, más grande y de imponente austeridad, fue construida gobierno pastoral de Monseñor Francisco Javier Errázuriz. Estuvo a cargo de los arquitectos Sebastián Bianchi, Patricio Mardones y Rodrigo Pérez de Arce, la cripta se halla en el subsuelo del presbiterio y fue construida con hormigón armado y materiales nobles. Tiene una superficie de 202 m2, con capacidad para enterrar 30 Arzobispos y 18 Deanes.
Quizás te preguntes por qué en la catedral encuentras algunas baldosas con números grabados en ella. Son diez a lo largo de las naves laterales.
Te revelamos el misterio:
Antes de la intervención de Ignacio Cremonesi en la Catedral a principios del siglo XX, el piso de la misma estaba empedrado y se podía ver las lápidas y mármoles de las personas que habían sido enterradas antes de la Ley de Cementerios. Con el embaldosamiento de la Catedral, se dispusieron en varios casos lápidas de mármol en la parte inferior de las naves laterales e incluso baldosas con números del 1 al 10 para indicar los lugares donde estaban las tumbas.
La excavación de más de 4 metros para la construcción de la cripta permitió el descubrimiento de una estructura octogonal de albañilería que se cree podría ser un antiguo altar mayor.
En la América prehispana la ribera sur del Río Mapocho dio lugar a un asentamiento incaico. Pedro de Valdivia a su llegada, dividiría esas tierras en manzanas y éstas en solares. En efecto asignó uno para la construcción de la primera iglesia, la cual tenia orientación norte-sur. A partir de 1747 la Catedral de Santiago empieza a comprar los solares aledaños para poder construir un templo con orientación oriente- poniente. Durante la excavación emerge el trazado y suelo de un patio de huevillo y un recinto pavimentado con baldosas de cerámica perteneciente a estos solares residenciales.
En la excavación se hallan asimismo los restos de Diego Portales y del presidente José Tomás Ovalle.